El segundo paso hacia un dominio de un idioma es saber pronunciarlo correctamente. Para tener una buena pronunciación es importante que te corrijan desde el principio. Si aprendes mal será más difícil corregirlo más adelante, así que al empezar con un idioma nuevo, procura que tu profesor esté dispuesto a corregirte o busca quien lo pueda hacer. Incluso, unas clases particulares con un nativo para corregir tu pronunciación será una buena inversión.
Practica, escucha el idioma, imita, pide que te corrijan... No hay atajos para aprender a pronunciar bien.